Ataraxia Conjuntiva


Recuerdo un mundo que imaginaba el tiempo,
donde las inmarcesibles palabras habrían florecido,
y las auroras tiznaron el aire y el suelo,
cual gotas perennes que hubieran o hubiesen olvidado su iridiscencia.
Habían caído ya todas las tormentas.
Se habrá extinguido la sempiterna nieve, ¡tan hermosa!,
como si hubieren perecido las dudas de lo que fuere,
para bailar el presente.
El sol creciente, habiendo desnudado los arreboles,
enardecería lo que hubo residido en la belleza
y, como si defendiera o defendiese el hambre que ha nacido,
abrazará la resiliencia de lo vivido.
Soñad el beso que se haya confiado, en este mundo mondo,
al que proteja lo efímero del siempre,
amando lo inasible y lo secreto,
por haber creado el acendrado tiempo. 

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