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Mi faro del fin del mundo.

No soy perro de ciudad, ni marinera, a veces ave de paso, a veces gaviota, donde lo firme se une con el mar, entre montañas y arena, allí me encontrarás. Demasiado cerca, luz molesta, en la distancia, una referencia, que puedo dibujar en colores, dejando volar mi imaginación, bajo un manto de estrellas. No puedo imaginarte desde el océano, lucero de la noche, sólo puedo verte desde la tierra, arquitectura bella, más he soñado encontrarte, caminando por senderos y bosques. De mi vida, una etapa cierras, de Madrid a Santiago, de Santiago a Finisterre. Y en cada litoral, un faro, y en cada confín, un límite de lo conocido, y entre tantos faros del fin del mundo, yo quería encontrar el de Fisterra. Y allí estuve, cual sirena errante, bajo un cielo encapotado, tan típico de la zona, frente al sol que se adormece, frente al atlántico y sus costas,

De Tabarca a Santa Pola

En esta pequeña planicie, sobre el mediterráneo alzado, despiertas cada noche, perezoso y abrumado, por las mareas y los vientos, de punta falcón a la cantera. Científicos y transeúntes, mientras duermes te visitan, si es verano al calor sonríes, dando sombra a los turistas. Si es invierno, la soledad acecha, lugareños y curiosos, almas tranquilas y artistas, pintores de alta mar, poetas de la bahía, restos bohemios de pesqueros, que nadaron en tu isla, leyendas de piratas, apóstoles y putas, ejércitos que a los corsarios abatían. Por la tarde el sol se esconde, San Gabriel lo guía, mientras San Rafael te despierta, a la noche sombría. Él protege los campos, tu haces lo propio con la marina, girando sobre tu eje, brillando en la oscuridad infinita. Y en tus giros, y tus juegos, a Santa Pola vuelves la vista, guiñándole los ojos, coqueteando con sus orillas. La luna se despide con un beso, de

Función Escalón. Poesía experimental.

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Ataraxia Conjuntiva

Recuerdo un mundo que imaginaba el tiempo, donde las inmarcesibles palabras habrían florecido , y las auroras tiznaron el aire y el suelo, cual gotas perennes que hubieran o hubiesen olvidado su iridiscencia. Habían caído ya todas las tormentas. Se habrá extinguido la sempiterna nieve, ¡tan hermosa!, como si h ubieren perecido las dudas de lo que fuere , para bailar el presente. El sol creciente, habiendo desnudado los arreboles, enardecería lo que hubo residido en la belleza y, como si defendiera o defendiese el hambre que ha nacido , abrazará la resiliencia de lo vivido . Soñad el beso que se haya confiado, en este mundo mondo, al que prote ja lo efímero del siempre, amando lo inasible y lo secreto, p or haber creado el acendrado tiempo.
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Porque soy mujer, y he conocido el machismo, porque soy mujer, y he vivido la discriminación, porque soy mujer, y he sentido el miedo, porque aún no aguanto, que me sujeten por las muñecas, porque soy mujer, y no tolero las faltas de respeto, porque soy mujer, y no soy un objeto, porque soy mujer, y no soy un artículo en el mercado, ni soltera, ni casada, ni madre, ni viuda, porque soy mujer, y no soy una amenaza, porque soy mujer, y no soy joven, ni vieja, ni adulta, ni niña, ni modosita, ni conformista, ni mucho menos pareja, porque soy mujer, y no soy tuya ni de nadie, porque soy mujer, y competitiva, y alerta, y osada, y no me callo, porque soy mujer, y nadie va a callarme, porque soy mujer, y soy cada una de ellas, porque soy mujer, y ¡SOY LIBRE!  

Recuerda peque siempre, que tú ya eres amada.

Ser el único quiero, que te ame susurró, y entretanto abrazados, los cuerpos se fundían, y de la incauta tarde, brotó la perfección, avivando el silencio, de ávidas mariposas. Sus suplicantes ojos, aún algo azorados, de besarme acababan, expiando al primer beso, fin del atardecer, de un mundo detenido, callando sus palabras, ya todo era perfecto. Yo no quiero que seas, el único que me ame, respondí algo atrevida, pues amada yo ya era, involuntariamente, la mención de mi madre, borró la confusión, de su dócil mirada. Surgieron sus abrazos, cálidos y especiales, y aunque cierto últimamente, que bien no la aguantaba, su forma de cuidarme, quererme y desvelarse, no, no podía ser, el raro que me amara. Pues yo ya era muy amada, y recordé a mi padre, otros ojos lozanos, que de amor rebosaban, cuando los sorprendía, a veces con cariño, pues un poco arisca era, poco al afecto dada. Sé que ellos me conocen, inclusive alejándome, cua

Te quiero.

Quiero que estemos así, amándonos en silencio, que todos lo sepan, que todos lo vean, y decirte te quiero cada día, con palabras, con gestos, con versos. Quiero que permanezcamos en este sueño, en el que sólo estamos tú y yo, y venzamos el calor de la mañana, la envidia del amanecer, y la lujuria de la noche. Quiero soñar que te tengo, que este momento durará siempre. Resulta tan difícil decir te quiero, parece que esta palabra se la lleva el viento, que a la vez que nace se maldice, que a la vez que suena se destruye. Es como si todos los océanos, estallaran en un maremoto de celos, que al oír el viento mis palabras, se las llevaran huracanes, oleadas de aburrimiento. Resulta tan temerario amarte, y temer que las mareas se lleven mis besos, resulta tan sencillo estar aquí, estar aquí, contigo. No quiero que este instante que crece, muera con el tiempo o el olvido, no quiero que este s